En el ciclo escolar el Programa se desarrolló en 133 escuelas de educación básica atendidas por 59 servicios de educación especial, tanto de Durango como de la Región Lagunera.
El Programa opera a partir de la capacitación del personal docente y directivo de las escuelas y servicios participantes. Contempla la realización de un proceso de detección constituido por 3 fases: Detección inicial, evaluación psicopedagógica y detección permanente. La atención de los alumnos identificados considera el enriquecimiento del contexto escolar y del aula, así como la consolidación de una oferta extracurricular a través de los convenios y acuerdos de colaboración intra e interinstitucional.
En el mes de julio se llevó a cabo un proceso de detección en 529 escuelas, identificándose un total de 7,371 alumnas y alumnos sobresalientes que han sido atendidos desde el inicio del presente ciclo escolar en sus escuelas mediante estrategias de enriquecimiento desarrolladas por los docentes de grupo y el personal de los servicios de educación especial.
Mediante las acciones contempladas en los convenios firmados con el COCyTED se pretende atender al término del presente ciclo escolar, un total de 2,700 alumnos en talleres de enriquecimiento extracurricular. A la fecha ya se ha beneficiado a 320 alumnos en esta modalidad de atención.
Para algunas personas, la existencia del niño sobredotado es un mito, por eso no aceptan su presencia dentro de las aulas escolares. Se ha llegado a pensar, incluso, que sólo una proporción muy baja de la población puede resultar agraciada con aptitudes sobresalientes o talentos y, en ese caso, consideran que los sobredotados son aquellos genios que muestran cualidades extraordinarias o inimaginables, recordando siempre casos muy conocidos de niños prodigio. En la siguiente lista podremos observar un conjunto de afirmaciones falsas acerca de estos alumnos:
Cada niño es diferente, por lo que no todos los alumnos presentan las mismas características, pero si es importante que se puedan observar una gran cantidad de ellas en el alumno que presenta aptitudes sobresalientes. En cualquier grupo escolar es posible encontrar alumnos que sobresalen del promedio de sus compañeros en una o más de las actividades cotidianas de la escuela. A continuación, se presenta una lista de las características comunes de los alumnos con aptitudes sobresalientes:
Los chinos de la dinastía Tang (618-906) desarrollaron un sistema de evaluación mediante el que seleccionaban a niños con inteligencia elevada y que prometían ser más competitivos, para ofrecerles la educación especializada que les asegurara una excelente posición en puestos gubernamentales. Asimismo, la sociedad china aceptó el concepto de talentos múltiples valorando la habilidad literaria, el liderazgo, la imaginación, la velocidad de lectura, la capacidad de memoria, el razonamiento y la sensibilidad perceptiva.
Igualmente, la cultura griega es quizá uno de los más conocidos ejemplos del énfasis en el desarrollo de las capacidades individuales. Para los griegos clásicos, una de las principales metas de la educación fue el desarrollo de la individualidad y el potencial latente de los niños y jóvenes.
La Edad Media fue un periodo crítico para la manifestación y la atención educativa de los sujetos con características sobresalientes. En la sociedad occidental de esa época predominó la idea de que la buena voluntad y la virtud eran aspectos más importantes que la inteligencia.
El Renacimiento fue un periodo de renovación artística, literaria y científica que se definió por el crecimiento y la expansión de la ciencia y el arte. En esa época, se recompensó y valoró a los sujetos talentosos, especialmente en el terreno de las Bellas Artes. Entre los genios con mayor reconocimiento destacaron los “hombres totales”, como Leonardo Da Vinci, quien fue famoso como escritor, pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico.
El Siglo de las Luces ( siglo XVIII) dio paso a las ideas de incluir la escolarización protegida de todos los alumnos talentosos en los programas de reforma de la instrucción pública, ofreciéndoles las oportunidades reservadas, hasta entonces, para los hijos de la clase social alta. Dar educación a los alumnos sobresalientes significó formar a los más aptos y dotar a la ciencia de hombres capaces de contribuir a su progreso.
En el siglo XIX el nacimiento y desarrollo de la psicología científica retoma la preocupación por la naturaleza y los aspectos hereditarios del genio humano e intenta demostrar por qué y cómo se transmite la habilidad natural a través de la herencia a partir del estudios de las capacidades observables y las diferencias individuales a través de pruebas psicométricas.
A principios del siglo XX en Francia, Alfred Binet diseñó y publicó el primer test de inteligencia que medía la capacidad para juzgar, comprender y razonar. A partir de entonces se desarrollaron iniciativas para ofrecer atención educativa especializada a niños con capacidades intelectuales superiores. Las respuestas educativas ofrecidas se encaminaron al cultivo de las capacidades personales, al diseño de proyectos y a la resolución de problemas. Estos primeros sucesos dieron paso a la “etapa científica del estudio del sobredotado”.
En 1986 se inicia en México la implementación de modelos educativos específicos, entre ellos el Modelo de Atención a Niños y Jóvenes con Capacidades y Aptitudes Sobresalientes (CAS), el cuál opera a través de unidades de apoyo que atienden exclusivamente este tipo de alumnos en escuelas primarias y parte del concepto de la capacidad sobresaliente como el resultado de la interacción de tres componentes de la personalidad: habilidades superiores al promedio, altos niveles de creatividad y compromiso con la tarea.
Entre 1993 y 2002, en algunas entidades federativas se empezaron a realizar acciones a favor de la Integración Educativa que propiciaron la reorganización y reorientación de los servicios de educación especial, lo que ocasionó que los alumnos con aptitudes sobresalientes dejaran de recibir el servicio que hasta la fecha se les estaba ofreciendo, debido a que las USAER les dieron prioridad a los alumnos con necesidades educativas especiales asociadas con alguna discapacidad.
El Programa Nacional de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa se pone en marcha en el 2002 y en su objetivo general establece la prioridad de brindar atención a los alumnos con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes.
En 2003 se puso en marcha el proyecto de investigación e innovación “Una propuesta de intervención educativa para alumnos con aptitudes sobresalientes”. En el ciclo escolar 2006-2007 se propone la generalización de la propuesta en las escuelas primarias que cuentan con apoyo de educación especial (USAER).
En el 2008, dentro de los Programas Estratégicos de la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, se establece el “Programa de atención educativa a alumnos y alumnas con aptitudes sobresalientes y/o talentos específicos” el cuál contempla la oferta de apoyos curriculares y extracurriculares para esta población, sustentado fundamentalmente en el enfoque sociocultural de la sobredotación.
Los niños, niñas y jóvenes con aptitudes sobresalientes son aquellos capaces de destacar significativamente del grupo social y educativo al que pertenecen en uno o más de los siguientes campos del quehacer humano: científico tecnológico, humanístico social, artístico y/o acción motriz. Estos alumnos, por presentar necesidades específicas, requieren de un contexto facilitador que les permita desarrollar sus capacidades personales y satisfacer sus necesidades e intereses para su propio beneficio y el de la sociedad.
Aptitudes Por aptitudes entendemos las capacidades naturales de los individuos, que se desarrollan como fruto de experiencias educativas en la familia, en la escuela o en la comunidad y que, en condiciones adecuadas, permiten funcionar con dominio y eficacia para satisfacer las exigencias planteadas por el grupo social y educativo de referencia, en por lo menos un campo de la actividad humana. Se considera que son naturales, no por haber sido heredadas sino porque se encuentran presentes a pesar de que éstas no hayan sido formadas sistemáticamente en la escuela o fuera de ella. Cuando se observa a los alumnos es evidente que algunos presentan cierta(s) aptitud(es) sobresaliente(s) a diferencia de sus compañeros. Algunos son hábiles en la resolución de juegos matemáticos; otros, destacan en actividades que tienen que ver con el uso del lenguaje; otros más, demuestran ser hábiles en la solución de conflictos entre sus compañeros. A pesar de que estos alumnos no hayan sido formados más allá de los contenidos revisados en su escuela, algunos de ellos muestran facilidad y disposición para realizar ciertas actividades. Por otra parte, las aptitudes tienen un carácter dinámico, de modo que en un contexto facilitador pueden desarrollarse o, por el contrario, inhibirse, si no se cuenta con las condiciones adecuadas. En algunas ocasiones, suele suceder que las aptitudes no se hallen manifiestas en los momentos iniciales del curso escolar, ya que pueden revelarse u ocultarse en distintos momentos y situaciones.
Capaces de destacar significativamente En cuanto a la capacidad de destacar significativamente, en la definición se refiere a la manera en que un alumno expresa una o más habilidades que pueden ser observadas de forma cualitativa y/o cuantitativa, tanto en sus desempeños como en sus productos, siempre teniendo como referencia un contexto determinado. Destacar cualitativamente se relaciona con la manera como se realiza una actividad o producto; implica disponer de recursos y estrategias múltiples que permitan una acción combinada de los mismos, lo que se traduce en una forma pertinente y especial de expresar las aptitudes, distinguiéndose del resto. Destacar cuantitativamente se refiere a una diferencia claramente superior en cuanto al nivel de aptitud, que por lo común, aunque no exclusivamente, se determina mediante procedimientos formales.
Grupo social y educativo Respecto al grupo social y educativo, nos referimos al contexto específico en donde se desenvuelve el alumno (familia, escuela, grupo escolar y comunidad). En el momento de la detección, las condiciones de su contexto sociocultural y el grupo escolar del alumno, son el punto de referencia para valorar el grado en que el alumno sobresale, comparado con sus compañeros de clase.
Campos del quehacer humano El campo científico-tecnológico es un ámbito que incluye las áreas lógico-matemáticas: física, química, biología y geografía, entre otras. Es importante considerar que estas áreas de dominio pueden ser complejas o simples, según el número de habilidades o aptitudes comprometidas en su manifestación.
El campo humanístico-social contempla las áreas de las ciencias sociales, educación cívica y ética, entre otras, y se refiere a aspectos como el estudio de la cultura (ideales, valores, religión, creencias, tradiciones), los acontecimientos y problemas sociales.
Dentro del campo artístico se incluyen la expresión (posibilidad de manifestar de forma personal las experiencias, lo que uno piensa y siente) y apreciación (relacionada con el desarrollo de la mirada y de la escucha, integrando capacidades perceptuales y reflexivas con la sensibilidad y emotividad) de las siguientes áreas: musical, corporal y danza, plástica (dibujo, pintura, escultura, grabado) y teatro.
El campo de acción motriz comprende expresiones de la actividad física como los juegos motores, las actividades físicas y los deportes, las cuales tienen que ver tanto con la estimulación y mejora de aptitudes cognoscitivas, motrices y físicas, como con la adquisición y desarrollo de actitudes adecuadas en los ámbitos afectivo y social.
Necesidades específicas Como lo marca la conceptualización, los alumnos con aptitudes sobresalientes pueden presentar necesidades educativas específicas de diferente índole, debido a sus características personales -tales como conocimiento sobre uno o varios temas, vocabulario e intereses marcadamente diferentes que el resto de sus compañeros- ; requerimientos que, si no se atienden oportunamente, pueden derivar en necesidades educativas especiales. Por ejemplo, si el docente no interviene adecuadamente, puede resultar que los compañeros del alumno lo perciban de una manera negativa y lo rechacen; se pueden propiciar conductas antisociales que lo conviertan en un alumno retraído y con pocos amigos. Por otra parte, si el maestro o los padres de familia sobrevaloran sus capacidades, éste puede sentirse presionado, crearse expectativas más elevadas y, a su vez, frustraciones. Para conocer las necesidades educativas especiales que puedan presentar estos alumnos es indispensable realizar un proceso de evaluación psicopedagógica, y para satisfacer las necesidades específicas que se identificaron se elaborará una propuesta curricular adaptada para cada uno de los alumnos evaluados, a la que se le dará seguimiento puntual a lo largo del año escolar (dichos procesos: evaluación psicopedagógica y propuesta curricular adaptada, se abordarán más adelante).
Contexto facilitador Las aptitudes sobresalientes, para ser expresadas, requieren de un contexto facilitador que implica un manejo adecuado de las condiciones del entorno social, familiar y educativo, de manera que favorezcan la potenciación de las capacidades. Para cumplir su función, el contexto debe ser desafiante para el alumno, es decir, que esté planteado de tal forma que le represente un reto estimulante e interesante a resolver, y no que sea fácil o imposible de solucionar de forma que ocasione frustración, desmotivación o desinterés. Por lo tanto, requiere que se incorporen al proceso educativo mayores recursos o apoyos diferentes, como pueden ser diversos materiales didácticos y tecnológicos, que no necesariamente implican un alto costo; recursos humanos en donde se involucren especialistas, profesores y padres de familia en un trabajo colaborativo y coordinado, y recursos metodológicos, como estrategias pedagógicas específicas, que le permitan desarrollar plenamente sus capacidades personales y satisfacer sus necesidades e intereses para su propio beneficio y el de la comunidad.
Igualmente, este contexto debe fortalecer el trabajo coordinado y conjunto, pertinente y constante entre la escuela, la sociedad y la familia. El contexto de trabajo educativo debe contemplar el enriquecimiento y la diversificación de las experiencias a partir del conocimiento que se tenga acerca de las características tanto de los alumnos como del maestro. Un aspecto importante que debe caracterizar a un contexto facilitador es el vínculo que la escuela establezca con el entorno, de tal manera que aquellas instituciones o personas físicas que estén en disposición de colaborar en el desarrollo de potencialidades participen con la aplicación de programas específicos con los alumnos y alumnas que presenten aptitudes sobresalientes. Un medio para propiciar este tipo de apoyos puede ser la tarea de sensibilización e información a la comunidad.
Proceso de manifestación de las aptitudes sobresalientes A continuación se presenta un esquema del proceso de manifestación de las aptitudes sobresalientes, adaptado del Modelo Diferenciado de Dotación y Talento de Francois Gagné. Este modelo destaca un grupo de cinco aptitudes o potenciales humanos: intelectual, creativa, socioafectiva, psicomotriz y artística. Se considera que puede haber otras, pero éstas se destacan por su interés en el ámbito educativo formal. Para que las aptitudes puedan transitar desde lo potencial (como una posibilidad) hasta lo manifiesto (como un producto o desempeño sobresaliente, pertinente y reconocido) es necesario que los alumnos reúnan condiciones personales tales como contar con una motivación adecuada, ser perseverantes y tener un autoconcepto positivo; asimismo, se destaca la necesidad de reunir condiciones contextuales adecuadas en el marco de un contexto facilitador.
En el contexto facilitador están implicados varios factores del entorno social, que igualmente actúan como catalizadores; entre éstos se encuentran la familia, la escuela y la sociedad. En la medida de lo necesario, es importante que la familia provea un ambiente comprensivo y apropiado al desarrollo de los hijos. Igualmente, los docentes, a través del uso adecuado de recursos pedagógicos, técnicos y materiales, entre otros, pueden contribuir ampliamente al desarrollo de las aptitudes sobresalientes. También se destaca la influencia de la sociedad, la cultura y sus valores dominantes, mismos que pueden intervenir en el suministro de apoyos adecuados para el alumno; incluso, influye la importancia que se otorga a ciertas aptitudes sobresalientes y sus productos; por ejemplo, una sociedad (a nivel macro o micro) puede favorecer el desarrollo de aptitudes científicas y desfavorecer el cultivo de las aptitudes artísticas.